En este artículo te explicamos cómo congelar el movimiento de diferentes maneras.
Por medio de la fotografía podemos tomar una gran variedad de decisiones, las cuales nos llevan a diferentes resultados. En muchos casos capturamos nuestras imágenes sin saber con certeza qué es lo que estamos buscando. Esto hace que en algunos casos logremos fotografías increíbles, de las que nos sentimos muy orgullosos y orgullosas, mientras que en otros casos no nos gusta el resultado.
Uno de los resultados que podemos obtener es el de congelar el movimiento de un sujeto. Y seguro ya lo habías logrado, pero no eras del todo consciente de cómo lo hiciste. Pues bueno, en este artículo te explicamos las diferentes formas en las que puedes congelar el movimiento.
f 2.8 | 1/640s | ISO 2500
Tiempo de exposición corto
Cuando trabajas con el tiempo de exposición lo puedes hacer de dos maneras. Una es escogiendo el modo de prioridad del tiempo de exposición. Dependiendo del modelo de cámara que tengas, este te aparecerá con las letras ‘T’, ‘Tv’, o bien ‘S’ (del inglés speed). Al hacer uso de este modo semiautomático podrás manipular libremente el tiempo mientras la cámara se encarga del resto.
La otra forma de hacerlo es manejando la cámara en modo manual, lo que implica que debas trabajar con el triángulo de exposición con el fin de asegurar que tu fotografía quede correctamente expuesta.
En cualquiera de los dos modos que utilices lo más importante es que el tiempo de exposición sea corto, en otras palabras la velocidad de obturación debe ser rápida. Para ello, recomendamos que el valor del tiempo de exposición sea superior a 1/500.
Igual es bueno que tengas en cuenta que es difícil saber exactamente qué tiempo de exposición utilizar, pues este dependerá de la velocidad con la que se mueve el sujeto a fotografiar. No es lo mismo congelar el movimiento de un colibrí que el de una bailarina. Por este motivo, debes ir modificando el tiempo de exposición hasta que logres encontrar el valor que más de ajuste al movimiento que buscas congelar en cada situación.
Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en las siguientes dos imágenes:
f 10 | 1/200s | ISO 100
f 2.2 | 1/400s | ISO 11,400
Mayor apertura del diafragma
Al igual que con el tiempo de exposición, puedes trabajar con la apertura del diafragma en modo manual y en modo semiautomático. Si decides hacer uso del modo semiautomático, debes seleccionar el modo de disparo con prioridad a la apertura, el cual, dependiendo de tu cámara, aparecerá como ‘A’ o ‘AV’.
En este caso es importante que trabajes con una apertura alta (número f más bajo), con el propósito de permitir una mayor entrada de luz por el objetivo. Lo cual te obligará a trabajar con tiempos de exposición más cortos.
Ahora bien, independientemente del modo que estés utilizando, debes tener en cuenta que al abrir más el diafragma estarás reduciendo el área enfocada disponible dentro del encuadre. En otras palabras, vas a estar afectando la profundidad de campo de tus fotografías, lo que en algunos momentos es muy útil a la hora de componer tus fotos, pero en otros podría hacer que la imagen quede poco nítida. Por lo cual, en función de la fotografía que quieras lograr, debes trabajar con una apertura de diafragma más o menos abierta.
Para solucionar esto podemos hacer dos cosas. Una de ellas es enfocar en modo AF-C (servo continuo), para que el elemento que queremos enfocar aparezca siempre del todo nítido. Sin embargo, no todas las cámaras poseen esta opción de enfoque. En ese caso, la otra opción será cerrar un poco la apertura (aumentar el número f ) hasta encontrar la área de nitidez que tu captura necesite.
(Para conocer un poco más de los modos de enfoque te invitamos a leer un artículo dedicado a este tema aquí)
f 9 | 1/30s | ISO 100
El ISO para una correcta exposición
Como lo hemos hablado en otros artículos, el ISO es otro de los componentes del triángulo de exposición que te puede ser útil a la hora de congelar el movimiento. Cuando aumentas la sensibilidad ISO tienes también la posibilidad de disminuir el tiempo de exposición sin la necesidad de aumentar demasiado la apertura del diafragma, lo cual te ayudará a que no salgan zonas menos nítidas o desenfocadas.
Sin embargo, es importante que recuerdes que al aumentar el ISO de tu cámara también se aumentará el ruido digital de tu fotografía. Por lo tanto, es mejor que tengas seleccionado siempre el valor mínimo y solo lo aumentes si las condiciones de luz lo requieren o si tienes que compensar necesariamente los valores de tiempo de exposición y apertura.
f 14 | 1/160s | ISO 2500
Utilizando flash o lentes luminosos
Otra opción que tenemos a la mano para congelar el movimiento es utilizar el flash. En este caso es recomendado utilizar un flash externo, pues así podrás sincronizarlo fácilmente con tu cámara y te ayudará a congelar el movimiento, independientemente de la velocidad de obturación que estés utilizando. Si no tienes un flash externo no te preocupes, pues también puedes trabajar con el flash integrado de tu cámara.
Lo más importante cuando utilizas un flash es que esté sincronizado al máximo, generalmente en 1/250. De esta manera el flash se disparará después de presionar el botón del obturador. Hacer uso del flash te permitirá congelar cualquier movimiento que desees y también trabajar en situaciones de poca luz o nula.
f 2 | 1/250s | ISO 6400
Si quieres congelar el movimiento, pero no tienes un flash y las condiciones de luz son muy bajas, puedes igual lograrlo con un objetivo luminoso. La luminosidad de un lente se mide según la cantidad de luz que es capaz de dejar pasar al sensor. Esto dependerá de la apertura de diafragma máxima la que este pueda llegar. Los objetivos luminosos pueden ofrecer una apertura máxima superior o igual a f/2, es decir, f/2, f/1.8, f/1.4, f/1, etc.
Modo ráfaga y enfoque continuo
A la hora de congelar el movimiento también es importante que tengas en cuenta disparar en modo ráfaga. Esto te permitirá capturar todo el movimiento desde el inicio hasta el final, lo cual te dará la posibilidad de escoger la fotografía que más te guste. Si trabajas también en formato RAW podrás tener todo el abanico de opciones de edición de la imagen y así sacar lo mejor de la misma.
Lo habitual cuando se utiliza el modo ráfaga, es configurar el Modo AI Servo si tienes una Canon (AF-C en Nikon) ya que vamos a realizar varios disparos con el fin de obtener distintas fotografías de nuestro sujeto bien nítido. Utiliza el servo continuo siempre que puedas para mantener enfocado al sujeto mientras mantengas pulsado el botón de enfoque.
Cuando utilices este modo, debes tener en cuenta que ya no habrá confirmación de enfoque por parte de la cámara, es decir, que no sonará el pitido (en caso de tenerlo activado) ni se quedará fija la luz de enfoque.
No olvides
Como te lo hemos dicho ya en varios artículos, lo más importante en la fotografía es que sepas muy bien qué es lo que quieres contar con tus imágenes. A partir de allí la técnica fotográfica te ayudará a tomar las mejores decisiones según aquello que deseas mostrar.
En el caso del movimiento, intenta experimentar y practicar lo más posible, pues es esencial que conozcas tu cámara para saber cómo hacer uso de la misma en todo lo que deseas crear.